viernes, 8 de abril de 2011

El futuro de la energía nuclear

Imagen: Photo AP

La tragedia que vivió Japón tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo, se prolongaba con una crisis nuclear causada por esos desastres. Casi un mes después, Fukushima sigue en alerta nuclear. Los edificios de la Central de la ciudad resistieron al seísmo y al tsunami, pero se dañó el abastecimiento eléctrico del exterior. Se activó, entonces, el sistema de emergencia autónomo, pero la inundación lo estropeó. Sin electricidad, fallaron los sistemas de refrigeración y los núcleos empezaron a sobrecalentarse. Cuando subió la temperatura, los materiales del núcleo de los reactores comenzaron a reaccionar sin control, liberando partículas radiactivas volátiles. Se recurrió a agua del mar para evitarlo, pero no bastó; al menos para los afectados por radiación.
Con los momentos finales todavía lejos, Fukushima por ahora deja como conclusión la necesidad de revisar la política nuclear de Japón, proceso prometido por el primer ministro Naoto Kan y válido también para muchas otras naciones. Y es que la tragedia ha reabierto el debate sobre el futuro de la energía nuclear.
Sin ir más lejos, en nuestro país, la diputada por Tarragona de ICV-EUiA en el Parlament, Hortènsia Grau, ha reinvidicado este miércoles que “la ciudadanía tiene derecho a decidir si quiere vivir en el territorio más nuclearizado de España”, en referencia a que el almacén pueda instalarse en Ascó.